Tuesday, March 31, 2009

EL OBSCURO PAJARO DE LA NOCHE












Hace un par de noches decidí volver a ver una película que me había impactado en su día. Había comprado un buen DVD de ella y me apresté para disfrutar de ella. Esta película era "Bird", dirigida por el maestro Eastwood, que orquesta en pantalla las andanzas y la música de Charlie Parker, Bird, Yardbird o Zoizeau (como le llamaban en Francia).

La industria cinematográfica americana consideraba que Eastwood ya había demostrado que era un director capaz de convocar la taquilla; y la crítica europea comenzaba a pensar que el futuro maestro no solo era Harry Callahan. "El jinete pálido" era un ejemplo de su buen hacer.
En estas circunstancias el futuro maestro, sin importarle lo que pueda ocurrir, acomete uno de sus trabajos más sólidos y personales.

La vida de Charlie Parker existía como guión, durmiendo en algún archivo de los estudios Columbia. Eastwood decide rescatarlo, a pesar de las reticencias de los productores, sobre todo porque la elección del protagonista no acaba de gustarle a los ejecutivos de la Warner. Forest Whitaker, la elección de Eastwood, era un actor poco conocido, que había trabajado, como secundario en filmes como "Platoon", "El color del dinero" o "Good morning Vietnam". La productora pensaba que dar un papel de las características del mítico saxo era poco menos que un disparate. Obviamente no fué así y Whitaker borda el personaje a la perfección.

La historia de Bird se desarrolla en la edad madura del personaje y una serie de Flashback, muy bien colocados nos dan las claves de su ascenso, caída en los infiernos de la droga, y sus triunfos en Europa y en el mítico Birdland de la calle 52.
"Bird" no es ni mucho menos la típica hagiografía de un músico hoy imprescindible en la historia del jazz. La estructura narrativa empleada por Eastwood es similar a luna genial pieza de jazz. Improvisa, modula y cambia, con un ritmo lento lleno de claroscuros poéticos.

Dar una sipnosis de "Bird" es un absurdo. Habría que transcribir todo el guión y eso rebajaría la belleza de unas imágenes repletas de sabiduría cinematográfica.

Uno de los aspectos a resaltar en "Bird" es la utilización de la luz. Muchos espectadores poco avisados se sienten abrumados por la "oscuridad". Eastwood utilizó una luz dura para enfatizar el carácter nocturno de los protagonistas. Son músicos que viven la noche o el ocaso. Su actividad comienza cuando el sol declina y duermen sus "noches de alcohol y droga" cuando el sol asoma por el horizonte puntiagudo de los rascacielos de Manhattan. Jack N. Green sabe captar esa atmósfera de forma absolutamente perfecta.

Uno de los puntos que más criticaron los detractores de este film es el ensañamiento que Eastwood emplea en mostrarnos el lado más negro de Charlie Parker. Su tremenda adicción a la droga y su alocada autodestrucción (notable la escena en la que intenta suicidarse con yodo). Pero la razón por la que el maestro carga las tintas es sencillamente para resaltar el carácter onírico o fantasmagórico del estado en que se sume el personaje. Las escenas oscuras, casi negras, tienen una función dramática, producen inquietud e incluso miedo, como la escena del camello paralítico que surge de las tinieblas azuladas.
Pero también hay escenas en las que hay cabida para la luz, en especial cuando Chan (maravillosa Diane Venora) eterna amante del músico aparece en pantalla. En mitad de la noche se oye la música trascender a la habitación de Chan. Ella se asoma y ve a los músicos que le tocan una serenata. Charlie llega a por ella en un precioso caballo blanco. Charlie-Principe Azul lleva a su amada Chan a bailar a un club de élite ante los ojos asombrados de los clientes, que no dan crédito como un negro se atreve a bailar con una blanca.

¡Qué decir de un elemento tan importante en un film como "Bird" de la Banda Sonora!....Al contrario de muchos puristas que han reclamado las versiones originales yo considero que lo que hizo Eastwood ha sido lo correcto. Aisló el saxo de Parker y lo acompañó con bandas actuales. Esta operación nos da un sonido perfecto, sin que sea un músico ajeno, en principio se pensó en Charles McPherson, el que domine el instrumento.
Spike Lee, un director que me merece todos los respetos, fué muy poco respetuoso con Eastwood y le reprochó que se metiera en asuntos donde solo los negros podían metersa. El maestro fué sarcástico en su contestación al comentario: "Si el Sr. Lee quiere rodar un film sobre Beethoven, adelante, es probable que le salga bien."

Hay que destacar la estupenda elección de Michael Zelniker en el papel de Robert Roland Chudnick, conocido en el mundo del Jazz como Red Rodney. Este músico, que se mantuvo activo hasta casi sus últimos años, en los que grabó cinco discos con el multiinstrumenalista Ira Sullivan, fue un rendido admirador de Gillespie y Parker. Ellos fueron los responsables de que Red se volcara en el behop y colaborara con la banda del saxofonista.

A lo largo del film vemos sobrevolar en varias ocasiones, en un espacio azulado, el platillo de la batería. También al final vemos esa especie de Ovni, solo que en esta ocasión aterriza en el suelo con un golpe. Es como si el sueño terminara. La pesadilla se ha disuelto y solo quedan las notas moduladas de un saxo que se entrecruzan con los albores de una mañana.


Thursday, March 26, 2009

TO BE OR NOT TO BE HAMLET

Me ha parecido bien escoger para encabezar el post esa hermosa carátula de Criterion Colecction, con la imagen de un rubio Sir Laurence Olivier (cuando aun no era Sir) encarnando al archifamoso personaje del Bardo. Esta ilustración no sería la única que podría ocupar ese lugar, porque desde que el cine es cine, Hamlet ha sido interpretado por un buen puñado de actores...y actrices.
Me ha parecido entretenido mostraros un ramillete de películas (naturalmente no están todas, pero sí las más notables) basadas en esa maravillosa obra . No voy a diseccionarlas ni mucho menos, solo trataré de contaros algunas anécdotas y curiosidades en torno a las mismas.

Nada más empezar el siglo XX, una bellísima actriz de teatro (tal como podeis ver en esa otra imagen) llamada Sarah Bernhardt se pone ante las prehistóricas cámaras para interpretar nada más ni menos que al mítico personaje. La película se tituló "El Duelo de Hamlet", tenía una duración de dos minutos y es difícil saber si se conserva alguna copia de esta primicia fílmica hamletriana.

En 1921, la actriz sueca Asta Nielsen va más allá que la Bernhard e interpreta a un Hamlet transvestido.Me explico. En realidad esta versión no sigue la pieza original del Bardo, sino que el argumento se extrae de la extraña obra "El misterio de Hamlet" escrita por un tal Dr. Edward P. Vining. Según este "erudito" el principe danés no nació chico, sino chica, así pues el dilema para preservar el linaje era convertirlo en varón. Aquí sí que venían al pelo los famosos versos del "to be or not to be".
No obstante la interpretación de la Nielsen(una actriz de la que hay que hablar en el futuro) fué más que alabada y hubo críticos que lanzando las campanas al vuelo se dejaron decir que esta película conseguía uno de los puestos seguros entre las mejores.




Tras esta foto tan ilustrativa del personaje, un poco afectadillo, nos trasladamos rápidamente en el tiempo y volamos a 1948 para poder ver un Hamlet con todas las de la ley. El dirigido e interpretado por uno de los actores más valorados del siglo XX, con razón, Laurece Olivier.
Solo podía ser un inglés quien acometiera una empresa tan culta y brillante con todas las garantías artísticas. Así lo comprendió la Academia, que le concedió el oscar a la mejor película, al mejor actor protagonista, a la mejor dirección artística en b. y n. y al mejor vestuario.
"Hamlet" era la segunda película que dirigía Olivier, también fue el segundo Shakespeare de los tres que dirigió y con esta película el Reino Unido ganó por primera vez un oscar.
El film comenzaba con la reflexión que recita el príncipe cuando junto con Horacio y Marcelo esperan la llegada del Espectro.
"Así suele acontecer a los individuos que tienen algún vicioso estigma natural, ya sea por nacimiento, en lo que no son culpables, pues la Naturaleza les impide escoger su origen, ya a causa del predominio de algún instito que a menudo echa por tierra los parapetos y valladares de la razón o bien por un hábito que recarga de levadura el molde de las buenas costumbres, que estas personas, digo, llevando el sello de un solo defecto, ya sea debido a la librea de la Naturaleza, o a la rueda de la Fortuna, todas sus virtudes, aunque sean tan puras como la gracia de Dios y tan infinitas como pueda caber en el hombre, se verán menoscabadas en el común sentir por aquella falta particular...."

Olivier obvió todo elemento "político" en la trama. Los personajes Fortinbrás, Rosencrantz y Guildenstern desaparecen de un plumazo. Por contrapartida el actor-director intensifica el elemnto psicológico. El complejo de Edipo está muy presente ya que la actriz que interpreta a la Reina Gertrude (Eileen Herlie) tenía 28 años y Hamlet-Olivier contaba entonces 41. Algún crítico señaló que en algunas escenas, madre e hijo parecen mejor dos amantes. En contraste, el príncipe trata a Ophelia (Jean Simmons) de la forma más destemplada, e incluso hay una escena en la que la pobre muchacha parece ser víctima de una violación.
Hay que destacar la impecable dirección de Olivier, que toma prestados muchos elementos del Expresionismo Alemán.
Como curiosidad cinéfila en el film coincide una pareja, que en el futuro será el alma mater de la Hammer. Christopher Lee (que no está acreditado en los títulos) e interpreta a un lancero y Peter Cushing en el papel de Osric.
Un estupendo actor "secundario", Stanley Holloway, que años más tarde interpretaría a un genial Alfred P. Doolittle en "My Fair Lady" interpreta en Hamlet a uno de los sepultureros.



Tras esta toma que ilustra el film de Olivier nos marchamos a la Rusia de 1964 y a la adaptación que Grigori Kozintsev hizo del personaje shakesperiano.
Este director fué el miembro fundador del movimiento artístico ruso FEKS, que podría traducirse como La Factoria del Actor Excéntrico, cuyas ideas estaban próximas al Dadaismo y al Futurismo. Ya en 1923, este hombre planeó una "perform" de Hamlet como una pantomima, pero el experimento no se llevó a cabo. Sí realizó en 1954 una producción de Hamlet en el Teatro Pushkin de Leningrado utilizando una bella traducción de Boris Pasternak.

Kozintsev era un enamorado de la obra del Bardo. Escribió tratados extensos sobre Shakespeare, como solo saben hacerlo los rusos. También escribió un diario exhaustivo sobre Hamlet, que tituló "Diez años con Hamlet" donde contó sus experiencias de su producción teatral de 1954 y c la película de 1964.

No conozco esta película, pero por los premios que alcanzó en su día, dan ganas de desempolvarla y ver tranquilamente las dos horas y veinte minutos de su metraje. Solo en 1964 se alzó con el premio especial del jurado en el Festival de Venecia; El de mejor film en el Wiesbaden Shakespeare Film Festival; el Premio Especial del Jurado en el All-Union Film Festival, así como también el de la Mejor Música a Dmitry Shostakovich; el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián de 1966 y varias nominaciones más.







Este corto, donde el príncipe medita con el famoso cráneo sirve de perfecta ilustración al film de Kozintsev, quien tiene en su haber un interesantísimo King Lear, del que nos ocuparemos en el futuro, y un Don Quijote.
Pasamos a 1969 y nos encontramos con una curiosa y poco conocida versión del archiconocido personaje, quien en esta ocasión viene de la mano de Tony Richardson (esposo de Vanesa Redgrave y padre de la recientemente fallecida Natasha Richardson).
En sus papeles estelares se encuentran: Nicol Williamson, Marianne Faithfull (Si, efectivamente ella), Anthony Hopkins y Judy Parfitt.






He aquí un estracto, un poco largo, me lo vais a perdonar , porque la escena vale un capote fino y ese inglés shakesperiano es de primerìsima calidad. Tony Richardson huyó, en este film de las grandilocuencias de escenario y enclaustró a los personajes en un set minimalista de influencias renacentistas donde las luces y las sombras se combinan para que el drama no se pierda en detalles intrascendentes.

Y llegamos a los años 90. Y justo noventa años son los que separan el primer Hamlet de éste dirigido por Zefirelli(un director injustamente vilipendidado). El reparto que el director italiano pudo reunir brillaba como oro fino. Mel Gibson capitaneaba el casting (a fe de cinéfilo que el hombre no lo hizo mal) Al australiano le coreaban Glenn Close, como Gertrude, Alan Bates como el Rey Claudio, Paul Sconfield era el espectro del padre, Ian Holm era Polonio y Helena Borham Carter interpretaba a una Ophelia, un tanto descolocada, bajo mi punto de vista.
Como nota curiosa, los tres veteranos actores: Bates, Sconfield y Holm, habían interpretado al personaje principal en los escenarios y otros dos secundarios que intervenían en la película: Stephen Dillane y Michael Maloney serían sendos Hamlet en escenarios futuros.

Algún crítico dijo del film que el director había destacado más la sensualidad del personaje que su racionalidad, en aras de la comercialidad.


Y llegamos por fin al supuesto "Hamlet" definitivo, a la "transposición perfecta" de la obra en imágenes, al megadelirio shakesperiano de Kenneth Branagh. El director y también actor utilizó , para que no se perdiera ni una sola coma del texto, cuatro horas largas de metraje.

Esta versión ha estado siempre rodeada de polémica, pero creo que no deberíamos regatearle elogios. Bajo mi punto de vista es una gran película y una magnífica puesta en escena del famoso texto. Como todos sabeis Branagh traslada la acción al siglo XIX, y utiliza el palacio Blenheim, en la imagen que muestro.



El palacio está ubicado en Woodstok-Oxfordshire. Es el hogar del Duke de Marlborough e igualmente el lugar de nacimiento de Sir Winston Churchill. La espectacularidad del escenario es más que notable y contribuye al esplendor de las imágenes. Branagh pone especial a ese esplendor, que en los interiores vibra de colorido. Los espejos son una constante, que bajo mi punto de vista simbolizan la dualidad de los personajes y los múltiples puntos de vista desde los que podemos observarlos.
Varios actores se prestaron a interpretar pequeños cameos. Gerard Depardieu es el servidor Reynaldo; Charlton Heston es el Primer Actor; Robin Williams es Osric, Richard Attenborough e el Embajador Inglés, Brian Blessed es el fantasma del padre de Hamlet; Jack Lemmon es Marcelo, uno de los guardias; y Billy Crystal es un sepulturero.
En los flashbacks y las escenas del sueño también aparecen celebridades, que en la obra solo se mencionan. Sir John Gielgud y Dame Judi Dench interpretan a Príamo y Hécuba, John Mills es el tío de Fontinbras y Ken Dodd interpreta a Yorick.
Keneth Branagh tuvo una gran decepción, tras aquel monumental esfuerzo. Ni un solo premio, ni una sola mención y una crítica, que en ocasiones fué más que fría. Un periódico de Washington dijo con causticidad que el film era poco menos que una lujosa ilustración que cuando pasa una hora te aburres de su colorido. Tampoco le fue bien a la película en taquilla, en USA apenas alcanzó una recaudación de cinco millones de dólares. Poco más que calderilla.



Este recorrido por algunas películas que han tratado, con mayor o menor fortuna esta obra extraordinaria no ha sido exhaustivo, pero son la muestra más representativa. Seguramente muchos de vosotros coincidereis conmigo en reconocer la colosal fuerza que ha tenido este drama desde que la pluma del Bardo genial (fuera quien fuese) tuvo el toque divino que trasladó en palabras aquella idea. Hay que remitirse al último discurso de Fortinbrás:
"¡Que cuatro capitanes levanten sobre el pavés a Hamlet, como guerrero, pues si hubiese reinado, no cabe duda de que hubiera sido un gran rey!". No me cabe la menor duda de que ha sido el mayor soberano del teatro.




Tuesday, March 24, 2009

UN LIBRO MALDITO, UN FILM MALDITO

"Salo o las 120 jornadas de Sodoma" es posiblemente el film más incómodo, turbador y cruel de la filmografía del malogrado realizador italiano Pier Paolo Pasolini. El espectador se siente tremendamente afectado por lo que ocurre en la pantalla y no todos pueden soportar la visión de tantos horrores. Sin embargo nos encontramos ante una de las reflexiones más lúcidas sobre la maldad humana y sobre la capacidad de goce con el dolor ajeno. No en vano se trata de la adaptación en imágenes del libro homónimo del Divino Marqués, Donatien Alphonse François de Sade.

Sade escribió el manuscrito en 37 días del año 1785, cuando se encontraba encarcelado en la Bastilla. Las condiciones no eran las más apropiadas y el material más bien precario, pero el manuscrito fué redactado en un respetable rollo de papel (de ahí la leyenda de que fué escrito en papel higiénico, lo que obviamente no podía ser cierto dada la época). Este documento original se conserva en Ginebra-Suiza.
Las 120 jornadas de Sodoma permanecieron en el más profundo de los silencios hasta que en 1904 el doctor en psiquiatría de Berlín Iwan Bloch se decidió a publicarlo con el seudónimo de Dr. Eugen Dühren. Así y todo, la obra no pudo ser conocida por el gran público hasta bien mediado el siglo XX. El Reino Unido, EE.UU y Francia fueron los primeros en lanzar ediciones para las librerías. En España tuvimos que esperar hasta 1976. Al día de la fecha no conozco si existe alguna reedición, me temo que no, y de la que hablo está más que extinta.

Las reacciones sobre esta obra del divino marqués han sido muy variadas y polémicas. Simone de Beauvoir , una de las más acérrimas defensoras del libro, escribió un ensayo titulado "¿Tendríamos que quemar a Sade?" en el que arremete indignada contra las autoridades francesas, que planeaban destruir ésta y otras tres obras del ilustre escritor. Sin embargo otra feminista, Andrea Dworkin tacha esta misma obra de "vil pornografía" y acusa al autor de extrema misoginia, por las torturas, violaciones y asesinatos que son infligidos a las mujeres del relato por los hombres. (En realidad todos esos actos se comenten tanto sobre las mujeres como sobre los hombres).
Otra autora Camille Paglia considera el trabajo de Sade como una respuesta satírica al concepto de la bondad innata del hombre que preconizaba Jean Jacques Rousseau. El divino marqués contraponía "la innata maldad".
En realidad Sade no estaba inventando nada. Todas las aberraciones que describe en su "sádico" libro habían sido llevadas a cabo por personales reales de Francia: Gilles de Rais y Elizabeth Bathory.

Hacia 1975, un Pasolini descorazonado, que había apostatado de su "Trilogía de la vida" realiza en un pueblo cerca de Mantua, su personal visión del libro "Las 120 jornadas de Sodoma".


Pasolini traslada la acción de la Francia del siglo XVII, a la pequeña república de Salo, en las últimas jornadas del fascismo.
El guión lo elabora en colaboración con su amigo y actor fetiche Sergio Citi y Pupi Avari. El film se abre con imágenes del campo del Po. Los fascistas llevan a cabo razzias de jóvenes. El color de estas imágenes es dulce, casi de acuarela. Una neblina apagada deshace el azul del cielo. Es un prólogo que a pesar de su aparente amabilidad no engañan sobre el horror que vamos a contemplar.
Cuatro señores, llamados el Presidente, el Duque, el Obispo y el Magistrado y cuatro señoras-narradoras se enclaustran en un villa neoclásica para hacer vivir un infierno violento y horrible a un puñado de jóvenes hombres y mujeres.

"Se representa el infierno del dolor y de la angustia, organizada en estructura cerrada a base de las sucesivas narraciones que las mujeres-celebrantes urdirán con odiosa delicia en la Sala de las Orgías. Las celebrantes explican, y los señores querrán adecuarse a sus palabras usando como objetos de ejemplificación a las muchachas y a los muchachos secuestrados en los campos vecinos".

Los cuerpos que nos muestra Pasolini son muchachos y muchachas flacos y ateridos de frío, lejos del casto esplendor de la "Trilogía della vita" . Son cuerpos a los que el dolor hace grises, derrumbados por el infierno que llamea junto a sus miembros.

El escándalo que rodeó a la película vino de la sospecha de que los chicos y chicas que aparecen torturados y masacrados eran menores de edad ( algunos es posible que no contaran más de catorce años). Tambien circuló la leyenda de que las escenas más fuertes de la película eran interpretadas en toda su realidad por los jóvenes actores. Lo que más rechazo causa al espectador son las escenas de coprofagia, pero hoy se sabe puntualmente que se usaron excrementos de chocolate y jugo de naranja.

En las escenas más desgarradas Pasolini provocaba a los intérpretes con sarcasmo feroz. Se daba el caso de que un heterosexual maduro debía besar apasionadamente a los labios de un muchacho. El director animaba al actor diciéndole intencionadamente que todos los hombres encierran en sí conspicuas proporciones de homosexualidad, reprimidas por meras convenciones sociales. Hoy vemos escenas de este tipo sin inmutarnos, pero en los setenta era una provocación muy fuerte.

Toda la vitalidad, toda el estallido erótico e incluso la carcajada, presentes en Fiori delle Mille e una notte desaparecen trágicamente de la óptica pasoliniana. De los maravillosos compases de la sinfonía de Primavera el compositor nos lleva a escuchar una Gran Misa de Muertos. Si el eros en la "Trilogía de la Vida" era amor en Salo es odio.

"Salo" fue el testamento fílmico de Pasolini. En Octubre de aquel año de 1975 se trasladó a Estocolmo y a París para las ediciones de la película en Francia y Suecia. A finales de aquel mismo mes volvió a Roma. Al día siguiente 1 de Noviembre estuvo con su hermana Susana y su amigo Ninetto en el Pomidoro de San Lorenzo. Despues, avanzada la noche, la imagen del director se funde en las tinieblas.
El dos de Noviembre (día de difuntos) el cadáver desfigurado de Pier Paolo Pasolini aparece en la esplanada del Idroscalo de Ostia. El poeta, el cineasta, el artista fue asesinado una fría y brumosa mañana de otoño tan cruel y sádicamente como uno de los personajes de su última película.

"Busco la casa de mi sepultura
dando vueltas por la ciudad como un internado
en un asilo o en una clínica
con permiso para salir, con el rostro desfigurado
por la Fiebre, con la piel blanca, seca y barba......"

Sunday, March 22, 2009

CINEMA NUOVO, LA MIRADA DE GLAUBER ROCHA










Nada más lejos de mi intención corregir la plana a nadie. En todo caso debería de empezar por mí mismo. Me refiero a la poca atención que se le presta, en general, al cine de otras latitudes y a movimientos, que en su día tuvieron gran importancia y hoy languidecen en el olvido más lamentable.

En los últimos años sesenta y primeros setenta se forjó un movimiento cinematográfico de alto contenido político y estética de rasgos fuertes con añadidos místicos y folklóricos. Aquel movimiento artístico cinematográfico se llamó "Cinema Novo" y el más alto representante de dicho movimiento fué un joven brasileño llamado Glauber Rocha.

Cuando el 22 de Agosto de 1981 se produce la muerte del cineasta, que solo contaba 43 años de edad, el funeral en Río de Janeiro solo fué comparable al famoso carnaval. Centenares de personas salieron al paso del féretro y en un acto catártico comenzaron a bailar y a cantar en el parque Lage de la ciudad brasileña. Millares y millares de brasileños mezclaban alegría y tristeza en un acto digno de una de las películas del joven realizador.

El autor de "Antonio das Mortes", "Deus e o Diabo na Terra do Sol" o "Cabezas Cortadas" fué uno de los cineastas que más atrajeron a los jóvenes de los setenta y se dedicaban no pocas tertulias a la finalización de sus películas. Confieso que mi ideología política por aquellos años tuvo no poco que ver con este director cinematográfico, cuyo nombre no acertaba a colocar en brasilero. En realidad Glauber fue un cierto capricho de la madre del autor, Doña Lucía, quien tomó el nombre prestado de Johann Rudolf Glauber, descubridor alemán del Sulfato de Sodio.

La madre de Glauber fué una influencia decisiva en los primeros años del joven realizador. Lucía Mendez de Andrade Rocha se encarga de alfabetizar al niño mucho antes de entrar en la escuela. De férrea disciplina protestante, se convierte en cabeza virtual de la familia a causa de un accidente padecido por su marido.

Con sólo 16 años Glauber empieza a frecuentar un cine club donde se empapa de Eisenstein, Poudvkin y Vertov en la vertiente rusa. Naturalmente Ford, Vidor y Griffith le muestran la otra cara del cine. El joven no se contenta sólo con devorar cine, sino que intenta ahondar en la teoría, así pues consume los textos teóricos de Bazin, Koulechov y Bela Balasz, entre otros.

Su entrada en la universidad en 1957 (En Salvador, donde se había trasladado su familia) no supone estímulo alguno para Glauber. De hecho no termina los estudios. Pero por contrapartida hace numerosos amigos aficionados al teatro y al cine. También conoce por aquella época a Helena Ignes, con la que se casa. El matrimonio no le impide ejercer una actividad política literaria a través del diario de izquierdas "O Momento" y en las revistas culturales "Mapa" y "Angulos".

Su entrada en el mundo del cine se produce con "Barravento"(1960). En esta "opera prima" Glauber vuelca su mirada hacia una comunidad de pescadores, resignada a trabajar en las peores condiciones, ofuscada por viejas supersticiones místicas e incapaz de seguir a un lider de su propia extracción social para superar sus propias miserias. Esta película le vale el primer premio de su carrera en el festival de Karlovy Vary (Checoeslovaquia) en 1962. Ese mismo año y en ese mismo festival Pier Paolo Pasolini se alzaba con el primer premio por "Desajuste Social".
A partir de aquí, el inquieto realizador viaje por todo el mundo, especialmente Europa donde se codea con todo el vanguardismo teórico de la intelectualidad. Con la película "Deus e o Diabo na Terra do Sol" Glauber Rocha se consagra internacionalmente.
En 1969 gana el premio de dirección en Cannes con "O Dragao da maldade contra o santo guerreiro" más conocida por ´"Antonio das Mortes". Antonioni se convierte en su amigo y Cahiers do Cinema" se rinde al realizador brasilero con una entrevista que ha pasado a los anales.

Naturalmente el movimiento "Cinema Nuovo" está en el punto de mira de la dictadura brasilera. Obviamente, Rocha está fichado por los militares fascistas. Al realizador se le plantean dos caminos: trabajar en su querido país bordeando a la fuerte censura con metáforas o salir por patas y trabajar con toda libertad en otros países. Glauber opta por este último extremo. Filma "El dragón de las siete cabezas" en un país tan bizarro como El Congo. En 1970 rueda en España "Cabezas Cortadas" con Paco Rabal como protagonista. En esta película, de corte absolutamente subrealista, pretende ensanchar su visión de la cultura latina. El film no logra emocionar a nadie. A partir de ahora Glauber Rocha parece perder el norte. Su deambular por Europa, Africa y Latinoamerica lo descolocan y todos aquellos que le auparon le vuelven la espalda

En 1980, casi perdido todo su prestigio en Europa realiza un montaje de seis horas de "A idade da terra", que al final reduce a dos horas cuarenta minutos. Presentado en el festival de Venecia resulta un fiasco. El público abandona la sala antes de su finalización y la crítica lo vapulea. En la ceremonia de entrega de los leones se arma un rifirrafe colosal en el que se intercambian lindezas como "fascista" y "vendido a los militares".
Su cabreo con los cineastas europeos llega al colmo despachándose con Godard y con Pasolini y tras el ajuste de cuentas con la revista "Cahiers du Cinema" vuelve despechado a su tierra de origen, pero en estado crítico de salud. Casi recien salido del avión no tiene más remedio que ingresar en la clínica Bambina en Rio de Janeiro. Eso ocurría el 20 de agosto. Dos días despues, a las cuatro de la madrugada Glauber Rocha muere de un paro cardíaco.
El dicho de que nadie es profeta en su tierra, no se cumplió con el director brasilero. Como apunté al principio, miles de personas acompañaron el cortejo fúnebre por la calles de la ciudad. Muchos lamentaban a gritos que se había cometido un crimen cultural.

¿Genio, buen director, bluf cultural?.....Eso solo puede ser respondido de forma individual previa visualización de su obra. Lo que nadie puede negarle es que Glauber Rocha fue el más encendido transmisor de la cultura brasilera en todo el mundo. Creador de un movimiento, que ha pasado a los anales de la Historia del Cine. En palabras suyas: "El Cinema Novo ha apoyado a la utopía brasiñeña. Si es feo, irregular, sucio, confuso y caótico, es al mismo tiempo, bello, brillante y revolucionario.

Thursday, March 19, 2009

UN RECUERDO PARA DOÑA LOLA GAOS

Me siento orgulloso de esa foto que os muestro. No por lo joven que luzco sino por el honor tan grande de haber pasado un rato conversando con esa inmensa actriz "secundaria" llamada Lola Gaos. Esa entrevista fué la última que sostuve en esa etapa de mi vida en la que jugué a ser periodista. No tengo la menor idea donde fué publicada, nuestra agencia de prensa trabajaba con muchos medios periodísticos. Realmente no me importó, una semana después me embarcaba rumbo a la pérfida Albion, lo importante del hecho fué lo gratificante de aquella tarde, que se prolongó varias horas de interesantísima charla.

Lola Gaos nació en el país y en la época equivocada. Poco reconocimiento tuvo a lo largo de toda su dilatada carrera artística. El Círculo de Escritores Cinematográficos la tuvo en cuenta solamente dos veces. Por "La Guerrilla" en 1972 y por su maravilloso protagonismo en la dura y tremenda "Furtivos".

Lástima no haber grabado lo que hablamos aquella tarde, porque al margen de lo que me dejaron publicar (apenas dos páginas y media a doble espacio) Lola me contó las peripecias y los malos tragos que tuvo que sufrir cuando se reincorporó, tras seis años de exilio, a las compañías de teatro (de derechas) de la España franquista. Otro bache artístico la dejó casi al margen de cualquier papel tras su levantada de falda en la archifamosa escena de Viridiana. En realidad, según me dijo, a ella le importó un pimiento que pudieran tomar represalias laborales con ella. Su levantada de falta se la dedico al general Franco y eso le dió un subidón de la leche, me dijo con una carcajada bronca.

Cuando la entrevisté en aquella ocasión recién había terminado de trabajar en "Tristana" de Buñuel, donde hizo aquel maravilloso papel de Saturna. Había sido un rodaje muy estresante, sobre todo por el divismo que reclamaba la Deneuve y Franco Nero, dos actores que por aquel entonces estaban en la cresta de la ola. Habló muy bien de Fernando Rey y de los cachondeos que se traían en los descansos del rodaje por cuenta de la sordera y la mala leche del maestro.

Hubo una corriente de simpatía en aquella tertulia y Doña Lola se despachó hablándome de sus ideas, de su familia y de sus "compañeros" de cine. Naturalmente sus ideas políticas seguían siendo muy de izquierdas, extremo que solo pudo manifestar tras el fallecimiento de Franco y el advenimiento de la democracia. Tiene mucho de simbólico el famoso ( y real ) apaleamiento del perro hasta su muerte en la película "Furtivos". Mucha rabia contenida tenía Lola Gaos, y así me lo manifestó.

Su familia era la flor de la inteligencia y de la razón. Algunos de sus catorce hermanos prefirieron el exilio tras la guerra civil. Uno de ellos, José , que fué discípulo de Ortega y Gasset, filósofo con el que mantuvo una íntima relación, prefirió morir mexicano y allí en su segunda patria escribió su obra más preclara con el añadido de sus magníficas traducciones al español de la obras filosóficas de Jaspers, Hegel y Kant, entre otros.
Ella me habló cariñosamente de su hermano Angel, que como ella también se dedicó al cine, pero solo en pequeño papeles. Este hombre estuvo condenado a muerte tras la guerra "incivil", pero finalmente se le conmutó la pena. Se autoexilió a Francia y finalmente recaló en México como su hermano Jose. Allí también falleció Angel.

Ella fué tremendamente cariñosa conmigo, tal vez se sentía un poco solidaria cuando yo le hablaba de cómo mi padre fué tambien represaliado casi de por vida, por haber trabajado en las dependencias judiciales republicanas, y cómo también le fue conmutada la pena de muerte gracias a un familiar que militaba en el ejército franquista.

Su voz bronca y sus gestos duros me parecieron aquella tarde toda una interpretación musical de acordes átonos. Francamente, repito, hoy lamento no conservar todos los detalles de aquella conversación, pero no importa, su presencia en películas como "Viridiana", "Furtivos", "La Tía Tula", "El Verdugo", "Sonámbulos", "Tristana".....y muchas otras "alimenticias" como decía el maestro aragonés, nos recuerdan que Lola Gaos fué una de las grandísimas "secundarias" del Cine Español.

Monday, March 16, 2009

TODOS LOS HOMBRES DEL REY

Anoche, cuando el domingo languidecía, hojeaba un cómic indolentemente sentado en el sillón de la sala de estar. Francamente no me apetecía ver nada porque Stan Sakai y su personaje Usagi Yojimbo (que sigo desde hace tiempo) me tenían enganchado. Por si no fuera poco mi compañera me había ofrecido un maravilloso guisqui escocés de malta, doce años viejo.....por ende, como os digo estaba vulgarmente apoltronado.
Como yo era un muro de silencio, mi compañera se dispuso a ver la tele. En ese momento, por uno de los canales de pago comenzaba la proyección de la película "All the King's Men", versión Steven Zailliam. A los pocos minutos de su comienzo el ronin-conejo Yojimbo yacía aparcado en la mesita y mi atención había quedado prendada de Sean Penn-Willie Stark.

Tengo que aclarar, que esta película del 2006, basada en la maravillosa novela de Robert Penn Warren no es buena, a pesar del despliege estelar de su reparto, pero decidí terminar de verla.

La novela, cuya lectura es obligada para todos los amantes de la literatura norteamericana, nos ofrece una visión terriblemente lúcida del dramático ascenso político como Gobernador de un estado del Sur (que no se nombra, pero que presumiblemente se asume que es Louisiana) del cínico Willie Stark (al que se le llama "the Boss"), originalmente llamado Willie Talos.
Willie Stark es uno de esos personajes desmesurados que valiéndose de su populismo (el relato original se centra en los años de la Gran Depresión) manipula maquiavélicamente a todos aquellos que le interesan para sus fines egoistas.
Sean Penn, creo que exagera el personaje central y por ende pierde fuelle a pesar de todos los fuegos artificiales interpretativo que pone en juego.

Todos sabeis que en 1949 se hizo la primera versión de esta novela (justamente el mismo año de su publicaciòn). En esta ocasión la producción corrió a cargo de Robert Rossen y el gran actor Broderick Crawford se metió en la piel del político William Stark, consiguiendo la estatuilla por dicho trabajo.

Me vais a tirar un pedazo de pantalla plana a la cabeza cuando confiese que no he visto esta versión. Es un pecado cinéfilo imperdonable pero bla, bla, bla y prometo que la voy a ver, si la mula lo permite, esta semana.

Volviendo a la plúmbea versión de Zailliam hay marcadas diferencias con el libro, algunas más que notorias para excusarlas.

En primer lugar la película, salvo en las escenas de flashbacks, se sitúa en los años cincuenta y no los treinta, como sería lo correcto. No se entiende este cambio de fechas teniendo en cuenta que la Gran Depresión es el gigantesco telón de fondo del drama.

"Sugar Boy" admirablemente retratado en el libro, como un gorila absolutamente hipnotizado por el magnetismo del Boss, a quien adora hasta el límite, se transforma en el film en un guardaespaldas silencioso y hermético sin personalidad alguna.

Naturalmente el personaje de Jack Burden (Jude Law) es muchísimo más complejo en la novela. Su papel de narrador está guiado por la extraña fascinación que ejerce sobre él Willie Stark. A pesar de todas las siniestras componendas del Gobernador Jack quiere apurar todos los acontecimientos para poder dar sentido a todo lo que ocurre en torno a este personaje "más grande que la vida".
Jack mezcla sus propias vivencias y su historia personal con la historia política del Gobernador Stark. Trenza con los dos relatos un espacio paralelo en el que aparentemente ambas historias se funden.

Los hermanos Stanton (hijos del anterior Gobernador) están interpretados en la película por Kate Winslet y Mark Buffalo. Este último es un burdo recorte del personaje de la novela. Su tremenda decisión final no queda del todo aclarada durante los breves momentos que aparece a lo largo del film.

El Juez Irwin es el caballero del Sur que ha sido un modelo para Jack desde su infancia. Más tarde sabremos que en realidad se trata de su propio padre. El espectro edípico juega en el interior de Jack hasta dar lugar al desenlace trágico que consumará el drama.

Siempre me ocurre, me imagino que también a vosotros, que tras leer una buena novela, en este caso excelente, ver su versión fílmica suele desilusionarme. En este caso concreto más aún. Creo que el guión de la primera versión era mucho mejor que el de la que comento. No en vano fué nominado al oscar. (Nuevo motivo para no seguir postponiendo el visionado)

Robert Penn Warren, autor de la novela, no puede negar que también era un gran poeta. El estilo de su prosa rezuma toda la atmósfera sureña. Asfixiante y exuberante. Siempre se especuló que el personaje de Willie Stark era el retrato novelado de Huey Pierce Long (1893-1935) Gobernador de Louisiana, pero Peen Warren lo negó siempre. El escritor sostuvo siempre ideas conservadoras en cuanto a la segregación racial y los derechos civiles. Digamos que esta es la nota negativa del personaje, que no de su obra.

Para terminar, y como nota curiosa, acabo de comprobar que existe una versión de esta novela realizada por la NBC en Mayo de 1958. Fue realizada nada menos que por Sidney Lumet y el papel de Willie Stark era interpretado por Neville Brand y en 1981 la Houston Grand Opera estrenó la ópera "Willie Stark" musicada por el compositor americano Carlisle Floyd. Podría ser una experiencia interesante asistir a una representación, aunque me temo que dada la poca repercusión de esta obra musical es muy posible que no tenga mayor interés.



Monday, March 9, 2009

ESTA TIERRA ES MI TIERRA (AUNQUE PRESTADA)

Hoy no voy a hablar para nada de cine, sino de lo hermosísima que está nuestra tierra en esta época del año. A la alegría de nuestros carnavales, que desgraciadamente ya están a punto de terminar, y al añadido de nuestras preciosas playas, nuestro interior, ya cerca de la cumbre, tiene el aspecto de esas fotos que os muestro, tomadas este fin de semana, en el que Lola y yo decidimos alejarnos del mundanal ruido y refugiarnos en una finca encantadora llamada "Las Calas".



Y aquí teneis a la Lola entre macetones de orquídeas. Justo al lado estaba nuestra habitación.


Servidor de ustedes en mitad de un sendero que bajaba hacia el valle.




Y el valle era éste.

El lugar tenía tanto encanto, que caminamos por senderos como éste.


Pero obviamente abrigaditos. También encontramos flores tan hermosas como éstas y gatos tan bonitos como la muestra.
















Para terminar este pequeño homenaje a esta mi tierra (aunque sea prestada) solo me resta decir que este idílico lugar se encuentra en el Valle de San Mateo, cerca de Tejeda y sólo a 30 ó 40 kilómetros de Las Palmas.
Cuando volvíamos, el domingo por la noche, aún nos dió tiempo de ir a ver "El Gran Torino". nos pareció una buena película, pero no excelente. Creo que alguno de vosotros la comentareis y os pondré los comentarios correspondientes.






Thursday, March 5, 2009

CUANDO WILDER SE TOPO CON LA LIGA CRISTIANA


No he tenido más remedio que seguirles la corriente a nuestra amiga linternera Alicia, y al amigo Josep porque ambos en sus últimos posts han tocado un tema que creo nos apasiona a una inmensa mayoría de cinéfilos: la obra de Billy Wilder.

Yo, para mi particular homenaje al maestro, he escogido una obra, "Kiss me, Stupid" , que en su día fué llamada "menor". Hay que decir que en aquellos años muchísimos críticos andaban un tanto miopes y ofuscados por la "Nouvelle Vague", de forma que empezaban a considerar a Wilder y a muchos otros directores superados por las nuevas formas que imperaban en la gran pantalla. ¡Absurdo!, los propios cachorros cahieristas reconocían las virtudes y grandezas de los maestros americanos. Los críticos, ya lo decía OscarWilde, son personajillos que intentan borrar lo que ellos no son capaces de escribir

Cuando en diciembre de 1964 se estrenó el film en América, las críticas no se hicieron esperar. Tras la apoteosis de "Some Like It Hot" y "El Apartamento" los elogios de "El director de más talento y elegancia cinematográfica" fueron sustituídos por "una broma que parece haber extraído su humor triste y oscuro raspando el suelo de un garito nocturno".
Los primeros días de exhibición de "Kiss me, Stupid" en LA y NY no funcionaron del todo mal. No funcionaron del todo mal hasta que llegó la tempestad del "Consejo de Mujeres Católicas", "La Iglesia Unida de las Mujeres" y el "Movimiento de la Familia Cristiana". Wilder, al igual que nuestro caballero Don Quijote, se topó con la Iglesia Americana y por ende el desastre estaba servido. Boicot, mala prensa, y críticas hasta la exasperación que acabaron hundiendo la película en la más triste oscuridad.

¿Qué tenía "Kiss me, Stupid", para que el público "decente" americano protestara de forma tan feroz?

Billy, como todos sabemos, era un individuo con una mala uva, a la hora de hacer imàgenes, así que decidió pasarles por la cara a los espectadores toda la sórdida miseria de la América profunda. ¡Compañeros!, América no es sólo Manhattan, los barrios residenciales de San Francisco o la sede del gobierno de Washington. Nevada también existe. El guión de Diamond y del propio Wilder estaba repleto de escenas rijosas y por supuesto nada de doble sentido. Todo en "Kiss me, Stupid" era tan directo como una bofetada.
El crooner de Las Vegas Dino, (Dean Martin) es un tipo al que le sacuden las migrañas si no se corre al menos una vez al día (no importa con quien) y Orville J. Spooner (Ray Walston) es un celoso compulsivo que está casado con una mujer admirable que lo quiere con locura (Felicia Farr). La última pieza del cuarteto es Polly the Pistol, una prostituta que sirve el equívoco con el cuerpo de una estupenda Kin Novak.
En realidad la película va de la vida misma. Me refiero a la vida sórdida de la mayoría de la población de la América profunda. Está trufada de chistes muy explícitos sobre el sexo y por situaciones que reflejan la gran frustración de todas estas personas que pululan en los aledaños de Las Vegas. Los cactus gigantes se yerguen como penes erectos en el jardin de los Spooner. Son todo un símbolo del tema central que vamos a ver en toda la historia. En "Kiss me, Stupid" no hay nada sutil, el humor es tosco y directo, son las miserias cotidianas del ser humano. En una escena Dino soba a Zelda en la caravana de Polly y se queja del dolor de espalda: "Siempre he tenido problemas de espalda. Es una antigua lesión de fútbol". Zelda asombrada le pregunta: "¿Jugaba al fútbol?", "No-le contesta Dino- estaba viendo un partido por televisión y tenía a una chica sentada en el regazo...."

Creo que esta película nació descolocada y el tiempo le ha dado una solera y calidad que en su tiempo no fue apreciada. Incluso la banda sonora, que hoy nos resulta genial, en el 64 se consideraba anticuada. Estamos hablando de Gershwin.

El personaje de Orville J.Spooner, interpretado por el actor Ray Walston (uno de esos secundarios "olvidados" que comenta nuestro amigo Josep) era para Peter Seller, pero Peter se casó por aquellas fechas con la jovencísima actriz Britt Ekland.
Hay un divertidísimo comentario en la biografía del actor, escrita por Roger Lewis, en la que aludiendo a los celos enfermizos del actor hacia su mujer, que le llevaron al punto de colocar espías en el plató donde ella rodaba, decía: "Peter en lugar de interpretar a Orville J. Spooner, era Orville J. Spooner". (Los celos del personaje son el tema central de "Kiss me, Stupid").

El rodaje comenzó con piropos mutuos entre Wilder y Peter Seller. Este declaró a la prensa: Estoy encantado de rodar con Wilder, porque creo que él es uno de los mejores, si no el mejor, directores de comedia del mundo". Pero, pero, pero.....a los celos obsesivos del actor se sumaron dos ingredientes que precipitaron el desastre: la marihuana y el nitrato amílico. Ambos productos unidos a una fiesta de sexo con su mujer hicieron que éste ingresara en las urgencias del Hospital Cedars of Lebanon (un antro de cinco estrellas como lo calificó el actor). Le diagnosticaron un leve ataque al corazón, al que siguieron ¡nada menos que ocho!. A estas alturas Wilder había sustituído a Seller de un plumazo por el actor Ray Walston.

El rodaje de la película no fué precisamente una estancia en el paraíso. Wilder era muy duro y le daba una serie de instrucciones a Dean Martin y a Ray Walston hasta el punto de abroncarlos. Un día Dino, harto de tanta presión le plantó cara y le dijo: " ¡Por el amor de Dios Todopoderoso, menuda mierda! Quiero decir que, si querías un actor ¿por qué cojones me llamaste a mí?¿Por qué no te fuiste a buscar al jodido Brando?".

Mientras tanto Seller, dolido por haber salido de la película, largaba y largaba a la prensa toda clase de lidezas sobre el director y sus compañeros. Wilder no se quedó corto y respondió con una famosa ocurrencia: "¿Ataque de corazón? Se ha de tener corazón antes de poder sufrir un ataque".

Tampoco la actriz Kim Novak, famosa por su reputación de actriz difícil, se quedó atrás en cuanto a poner dificultades, no siempre por culpa suya. Nada más comenzar el rodaje se torció un pié y más tarde sufrió un dolor agudo por el que tuvieron que llevarla urgentemente al hospital. En este caso la actriz fue toda una profesional y aunque le prescribieron dos semanas de inmovilidad quiso volver al estudio tras pedirle al doctor que le recetara novocaína para el dolor.

La campaña publicitaria de "Besame tonto" era realmente original. En los avances proyectados en las salas una voz preguntaba "¿Recuerdan "Some Like It Hot" de Billy Wilder?" y aparecían las secuencias de la estación de tren con los planos de Monroe, Curtis y Lemmon. Una voz femenina respondía "¿Y quién no?. Volvía a hacerse otra pregunta sobre "El Apartamento" con la escena de Lemmon sirviendo spaguettis a Shirley MacLaine. "Genial, genial" responde la voz. Otra pregunta sobre "Irma la Dulce" con la escena de Shirley bailando sobre la mesa. "Desternillante"..."Pero ¿qué ha hecho (Wilder) ultimamente?" Entonces la voz femenina decía "¿Bésame tonto? Estás bromeando. ¿Y de qué podría tratar?.

Wilder, que había podido superar varios baches, algunos bastante duros, con la censura, creía ingenuamente que su visión panorámica en blanco y negro sobre lo más sórdido del sexo no presentaría mayores problemas. Pero se dió de lleno con lo más duro de la intransigencia.

Un tal Monseñor Little (muy a huevo el nombre por lo pequeño de su cerebro) planteó a la UA que reconsiderase la decisión de estrenar "Kiss me Stupid" en navidades por aquello de la celebración cristiana. Al tiempo, la cuchilla censoril estaba funcionando en horas extras. La revista Variety titulaba un artículo "Billy Wilder guarda silencio mientras se recorta "Besame , Tonto". Aquella historia absurda de dimes y diretes entre la autoridad católica, la productora y el propio Wilder alcanzó cotas, que hicieron posible la ruina del film. Esta fue la triste realidad.
Los rumores se hicieron graznidos y "Besame tonto" se convirtió en el símbolo de todo lo perverso y sucio, en la amenza para las familias cristianas y el hundimiento de la moral.¡¡¡el apocalipsis!!!
Los ingleses fueron mucho más inteligentes a la hora de valorar la película. El Times dijo: " En un mundo demasiado y obsesivamente contaminado por el culto al horroroso buen gusto, gracias al cielo por el señor Billy Wilder".
El único crítico americano que alabó la película fue Joan Didion del Vogue que con una graciosa y afilada frase sentenció: "Bésame, tonto muestra una película profundamente impactante, como puede verse por las numerosas personas que salen del cine durante su proyección" y seguía: "Sospecho que salen, porque perciben que Wilder lo quiere...El mundo de Wilder es el que se ve al amanecer con resaca, un mundo de juegos de palabras baratos, humo rancio y bebidas en las que el hielo se ha fundido: el verdadero pais de la desesperanza".

Y despues de toda esta parrafada no me resta sino aconsejarles encarecidamente que revisiten esta película. Comprobarán que, a pesar de toda la mala leche que rezuma el guión, hay una visión tan lúcida del ser humano como solo podía mostrarla uno de los maestros entre los maestros.

Tuesday, March 3, 2009

¡CIELOS, EN QUE SALA DE CINE ME HE METIDO!







No me lo puedo creer, y nadie en su sano juicio, pero todas estas chorradas se han filmado en Turquía con alevosía y premeditación.
Estos turcos se me cargan, sin remordimiento alguno ,el mítico "Over the rainbow" sin invocar ni a dios ni al diablo. Merde!!! ¿Puede haber mayor aberración?...Pues sí y se atreven nada más y nada menos que con nuestro entrañable ET.






Y para seguir tocandonos la paciencia ¿se puede filmar algo más bizarro que "La Guerra de las Galaxias Turca"?...pues aquí la tienen si soportan ver los ocho minutos de video.






Es posible que los espectadores turcos se sientan complacidos con estas versiones "sui géneris", pero la verdad, ¿ no sería más beneficioso para la industria de su país dedicarse a otros menesteres más dignos?, claro que con razón dicen que no hay nadie libre de pecado porque si nos dedicamos a mostrar yuvidetubes del cine español de los setenta ¿habría mucha diferencia aunque los argumentos fueran de otra índole?
Bueno, para seguir con la diversión vamos a mostrar otro "clásico"





Dicho sea de paso el protagonista le hace flaco homenaje al malogrado Christopher Reeve, aunque lo intente y lo que me parece inmoral es apropiarse de la banda sonora del prolífico John Williams así por las buenas.
Todas estas aberraciones cinéfilas las he conocido gracias a Yeray-Muad'Dib blog, que las ha publicado antes que yo. Con su permiso, las he recolocado en mi blog como un divertimento.